Mouma tenia una vida tranquila con
su dueña hasta que su estado de salud empeoró.
La señora se fue a vivir con unos parientes y Mouma se quedó sola en su propiedad.
Un vecino quien la cuidaba se cansó de oír sus ladridos y llamamentos desesperados ; nos llamo.
Cuando llegó al refugio, Mouma fue encantada volver a tener una vida social, con compañía, tanto humana como canina.
Es alegre, cariñosa, obediente sociable pero no se deja molestar.
Mouma dio positivo a leishmaniasis y está siendo tratada para estabilizarla.
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